viernes, 17 de julio de 2009

NARCO-MORALINA

UTOPIA

NARCO-MORALINA

Ahora resulta que los patos le disparan a las escopetas, y sí que les disparan…
La noticia más escandalosa de toda esta lucha contra el narcotráfico y como si fuera poco todo lo que ha pasado en los últimos días, ahora “la Tuta” uno de los supuestos líderes de la Organización la Familia, a quien el gobierno federal ubica como una de las redes del crimen organizado más poderosas en México, solicitó al Presidente Felipe Calderón a quien dijo que respetan, que él también muestre respeto por ellos y sus familias ya que no son secuestradores, pues ¿qué sólo los secuestradores son los que no merecen respeto? ¿Ò ya se le olvido a este señor que los delitos contra de la salud también se condenan? O la brutalidad con que asesinaron a los miembros de la policía sin tentarse el corazón ¿no es faltas de respeto?

Qué de las esposas que perdieron al pilar de la familia, o los niños que tendrán que vivir sólo con el recuerdo de un padre, de un héroe. ¿Ellos no merecen respeto?
Sin duda, cualquier trabajo es digno de respeto, pues, si no es nada fácil andar torturando gente o vender drogas al mayoreo y menudeo, eso debería de admirarse. ¿En qué mundo vivimos? No es posible negar la fuerte persecución del gobierno federal por el crimen organizado, que parece más una lucha de poder e intereses, que un sentido natural por el bienestar del país, pero, y ya por eso vamos a pasar por alto los delitos que se cometen.

Porque entonces también el que le quito el estéreo a mi auto, que por cierto daño las puertas al tratar de abrirlo, él también merece todo mi respeto digo a quien le no le falta un estero de coche. El que roba en los camiones, el que toma prestado a un hijo ajeno como prenda de intercambio para dar de comer a los suyos, ese también merece respeto.

Ahora sí que me acorde del libro que da origen al nombre de esta columna, la parte aquella de que el gobierno incrimina a los que tienen que robar para comer, que los orillan a la pobreza y después los juzgan por su conducta, texto escrito por Tomás Moro.
Pero, esa es una postura cómoda ante la vida, porque entonces no tendría caso ser honrado, conseguir una manera de vivir sin dañar el bienestar de otros. Si de comer se trata, los medios que se usen entonces no son importantes.
La constitución política y las leyes de este país si de por si no se usan correctamente, mejor hay que tirarlas a la basura, al fin, el que cometa un delito es digno de respeto y por qué juzgarlo si actúa sólo por hambre, empujado por la falta de empleos honestos.


Vickyzu*



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